Probablemente hayas pasado cientos de veces frente a la sede del Obispado, sin prestarle demasiada atención. Sin embargo es un lugar que bien merece la pena ser visitado.
Con sólo cruzar el portón de entrada te verás transportado al siglo XVII, la época en la que fue construido el edificio por orden del Conde de Salazar, de quien recibió el nombre que aún ostenta: La Casa Salazar. Podrás pasear por el patio de piedra y sus corredores laterales, y observar algunos de los elementos más característicos de la arquitectura canaria de la época.
El edificio, que fue arrasado por un incendio en 2006, se haya recientemente restaurado y acoge, en la zona abierta al público, una pequeña recopilación de imágenes relativas a este suceso.
El patio de la Casa Salazar es un pequeño remanso de paz, mágicamente aislado del ruido de la calle. Entra en él y disfruta de diez minutos de silencio, a solas con la Historia viva de La Laguna.
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